De un padre a una hija que no puede verlo

jueves, 11 de marzo de 2010




DE UN PADRE A UNA HIJA QUE NO PUEDE VERLO


No sé cómo me recordarás
ahora que hace mucho tiempo que no puedes verme

aunque sé que tú nunca me olvidas
como debes saber que yo nunca te olvido

sé también que de mí no sabías muchas cosas de ayer
porque nunca las dije
como aún hay muchas cosas que ignoras de hoy
y ni yo me las digo

y siento que tengo una deuda
que hoy quisiera saldar
y que sepas por qué no puedo verte
y el por qué de las cosas que quise ocultar

Mi hijita:

aunque no me lo creas y no lo parezca
también yo he sido un niño
y supe de mimos y risas
y creí que los viejos siempre fueron así

y quise correr y saltar
y trepar los ciruelos y mangos
comer allá arriba
como te has de acordar que lo hacías
como quiero pensar que aún lo haces

y quería ser grande y ser como...te reirías
no quisiera decirlo
también he soñado y soñaba
con usar turbante o cubrir con la máscara el rostro
lucir un sombrero de charro y pistolas al cinto
salvar la princesa, vencer al malvado

era niño, mi hija
no sabía
que no había ya princesas
aunque hubiera aún malvados

crecí y cubrí con mi máscara el rostro
colgué mis pistolas al cinto
no te dije
no quise me vieras así y cubrí con mi rostro la
mascara

que aunque hay cosas que se ocultan por vergüenza
otras hay que se esconden con orgullo y solo por miedo
al peligro

y había de aprender a tener secretos por otros motivos

supe sí del dolor del tormento
de costillas quebradas
de la boca que se abre de angustia
y que quiere tragar todo el aire del mundo
y es el mundo el que a uno lo traga
de eso supe y de... no quisiera decirlo
decir es recordar
recordar es volver a vivirlo

y duele

y aún así no quisiera olvidarlo

me dolió haber vivido el dolor
y hoy me duele escribirlo
porque hieren los golpes
como hiere después la memoria

y aún así no quisiera olvidarlo
porque hiere aún mas hondo el olvido

cuánto dolor en tan sólo unos días
cuánto dolor para sólo unas líneas

y yo sé que te duele y que no has podido olvidar

y por eso mi niña
pasó mucho tiempo y no quise escribirlas
y oculté tras la risa la mueca
de dolor
de ira
de angustia
de llanto

pero ¿sabes mi hijita?
más allá de las muecas hay una sonrisa
no fue todo dolor
ni hoy es todo amargura

este cuerpo de viejo flaqueó
se dobló de dolor
le temblaron las piernas
los gemidos tal vez escaparon
no podían sus ojos mirar más allá de esa hora

pero el niño que estaba atrás mío
sonreía
y soñaba

y miró más allá del mañana
y ocultó muchas cosas

distrajo
y engañó cuanto pudo
que no siempre es mentir algo malo
si con ello se salvan más vidas
y escondió domicilios
y nombres
lugares
y fechas de citas

y cuando el viejo temblaba y sentía caerse
ponía él un puntal de recuerdos y risas

si el viejo recordaba una casa algún rostro o un dato
él hablaba presto que nada sabía

al igual hace años que se iba de pinta
y papá preguntaba

si el viejo quería gritar
tapaba él la boca
apretaba los dientes
(tan fuerte lo hizo que es tal vez por eso que ahora
de noche rechinan y a veces de día)

si el viejo quería llorar
detuvo las lágrimas y formó una represa muy
dentro del alma

(tal vez es por eso que a veces escapa una lágrima
cuando estoy a solas o a veces dormido)

y ahora que todo se ha ido

si el viejo lamenta dolores pasados
y ausencias presentes
me abraza él muy fuerte como tú lo hacías
como hoy lo harías
y sonríe
y sueña

te mira en mis ojos
te pide que sueñes
espera sonrías
y juegues

aunque nunca olvides
aunque a veces llores

sueña niña sueña que juegas conmigo
que aunque esté muy lejos yo juego contigo

que aunque no lo creas y no lo parezca
también soy un niño

y aún tengo sueños

aunque nunca olvide

y aunque a veces llore.


19 de abril del 2005

Para "María Cristina",
que un día supo que era Leonor Araceli.

0 comentarios:

 
Jacobo Silva Nogales - by Templates para novo blogger